Bypass gástrico e hipertensión*

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El bypass gástrico

El procedimiento de bypass gástrico es una de las varias técnicas de cirugía de pérdida de peso para tratar la obesidad. Durante este procedimiento el estómago se divide en dos bolsas y la parte superior se conecta con un bucle al intestino delgado. Por lo tanto se reduce el volumen real de estómago y la longitud del intestino delgado. Actualmente hay un debate en curso sobre si la cirugía bariátrica podría ser eficaz en el tratamiento de las comorbilidades de la obesidad, una de las cuales es la hipertensión.

Hipertensión

La hipertensión es una condición común en las personas de mediana edad y ancianos. Se atribuye a una lista de las llamadas «enfermedades de estilo de vida», o «enfermedades de la civilización», junto con otras afecciones tales como diabetes mellitus tipo 2, la aterosclerosis, síndrome metabólico, enfermedades del corazón, cáncer, obesidad y otros. Muchas de estas enfermedades comparten las mismas o muy similares vías patogénicas y por lo tanto están relacionadas. Muy a menudo van juntas o una es la causa de la otra. La hipertensión también es conocida como «asesino silencioso», ya que por lo general no presenta síntomas, pero debido a las severas complicaciones tardías, la hipertensión tiene un efecto sustancial en la calidad de vida. También aumenta las tasas de mortalidad. Hipertensión persistente es un factor predisponente independiente para la apoplejía las enfermedades del corazón, los riñones y los ojos.

Relación entre la obesidad y la hipertensión

El impacto de la obesidad y la hipertensión en la salud pública se está incrementando en todo el mundo. Según los estudios, las personas obesas son propensas a la hipertensión y viceversa. Aunque no todos los mecanismos patofisiológicos subyacentes están claros, se sabe que el sobrepeso y la obesidad están relacionados a una activación del sistema nervioso simpático, la función renal, engrosamiento de la pared arterial, ciertos cambios en los sistemas hormonales, relacionadas con la regulación de la presión arterial. En conjunto, estos factores contribuyen a un aumento de la presión arterial, la cual a su vez afecta de forma independiente órganos específicos.

El vínculo entre la obesidad y la hipertensión está bien establecido. Además, los estudios demostraron que existe una dependencia inversa entre el peso corporal y la presión arterial: mientras se reduce la primera, al mismo tiempo se obtiene un mejor control de la segunda.

La cirugía bariátrica mejora la presión arterial

Curiosamente, se obtuvo el mismo efecto positivo sobre el control de la hipertensión después de una multitud de diferentes cirugías bariátricas, incluyendo el bypass gástrico. Según un estudio, casi la mitad de los pacientes después de un procedimiento de bypass gástrico tenían una resolución completa de la hipertensión luego de 12 meses de seguimiento, y además de que otro 20 por ciento tuvo una mejoría significativa. Tales resultados son bastante notables, considerando que la hipertensión es generalmente una enfermedad crónica, que requiere un tratamiento de por vida.