Cambios en el estilo de vida tras el bypass gástrico*

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El sobrepeso y la obesidad son importantes problemas de salud en todo el mundo. Hoy en día, hay una gran selección de terapias tradicionales para perder peso, como las dietas bajas en calorías, los distintos tipos de ejercicios, la terapia del comportamiento, el tratamiento farmacológico y otros métodos. 

Desafortunadamente, las personas clínicamente obesas responden normalmente de manera pobre a la dieta y el ejercicio, consiguiendo un éxito limitado. Incluso si ocurre una respuesta inicial, es probable que no se mantenga durante mucho tiempo. Aunque muchas personas logran perder algo de peso inicialmente, la mayoría no consigue mantener la reducción de peso mucho tiempo. En estas situaciones la cirugía de bypass gástrico es una solución bien aceptada y es el pilar fundamental de la terapia quirúrgica para el tratamiento de la obesidad. Comparada con los métodos convencionales para perder peso (como la dieta y el ejercicio), consigue una pérdida de peso considerable y duradera. Actualmente, varias cirugías bariátricas son realizadas en todo el mundo, incluyendo la gastroplastia vertical con banda, la banda gástrica, la manga gástrica, la derivación biliopancreática, el cruce duodenal y el bypass gástrico en Y de Roux. 

Educación

Tras una operación de bypass gástrico, la pérdida de peso se consigue debido a la reducción del tamaño del estómago durante la cirugía. Los estudios a corto plazo (de 3 a 5 años) muestran que una persona pierde entre un 40% y un 80% de exceso de peso tras la cirugía bariátrica, mientras que los estudios a largo plazo (seguimiento de más de 10 años) indican que la pérdida de exceso de peso tras la cirugía varía entre un 50% y un 80%, dependiendo de la técnica quirúrgica empleada. 

Sin embargo, para poder lograr un cierto objetivo, sólo con la cirugía no es suficiente. Es por ello que antes y después de la cirugía los pacientes son educados extensivamente sobre la cirugía, las complicaciones, el pronóstico y las consecuencias. Normalmente también reciben orientación por parte de un dietista y de un cirujano. Se familiarizan con los problemas psicosociales y con los cambios de comportamiento necesarios para antes y después de la cirugía. 

Dieta

El cambio más importante y difícil en el estilo de vida de los pacientes es la dieta. La nueva anatomía gastrointestinal creada por los cirujanos está diseñada para acomodar únicamente pequeñas cantidades de comida. Es por eso que los pacientes deben cambiar el tamaño de sus porciones de comida. Además, el nuevo tracto gastrointestinal requiere algunos cambios en la digestión y la absorción. Es por eso que las comidas deberían ser ricas en proteínas, fibra, vitaminas, minerales y otros nutrientes. Se recomienda además una monitorización regular del hierro, la vitamina B12 y el conteo sanguíneo.

Actividad física

Además de las recomendaciones sobre los cambios dietéticos, el ejercicio debería convertirse en un componente rutinario en la vida de los pacientes tras la cirugía. Ayuda a reducir el peso y el riesgo de enfermedad cardíaca coronaria, derramediabetes tipo 2hipertensión ycáncer de colon, los cuales están relacionados normalmente con la obesidad. Además, tras un largo espacio de tiempo con obesidad, los músculos y las articulaciones quedan dañados, y es por ello que los terapeutas físicos deberían instruir, monitorizar y educar a los pacientes sobre la importancia del ejercicio, incluyendo el modo, la frecuencia y la intensidad de la actividad cardiovascular, la fortaleza muscular y la resistencia. 

Actividad sexual

Los pacientes obesos sufren por lo general depresión debido a su inactividad y a la discriminación. Tras la cirugía bariátrica y la pérdida de peso vuelven a recuperar su interés sexual, el disfrute y la frecuencia se ven incrementados. Tras la cirugía la satisfacción sexual aumenta, haciendo que la satisfacción con la vida y los resultados de la operación mejoren. 

Comorbilidades

La obesidad está asociada con una salud regular o pobre y con multitud de enfermedades. La cirugía bariátrica tiene un gran impacto en estas comorbilidades.Incluso una ligera pérdida de peso mejora la diabetes tipo 2, la dislipidemia, la hipertensión, el dolor articular, la apnea del sueño, y conduce a un mejor control a largo plazo de estas mismas afecciones.

Uso de la medicación

Los estudios muestran que la gente usa menos medicación para aliviar las comorbilidades tras la cirugía para la obesidad. Por ejemplo, la gente que toma medicación para la diabetes informó de una reducción de un 72%. Los sujetos con depresión también notaron una reducción importante en el uso de la medicación de un 50%. El uso de la medicación para otras afecciones relacionadas con la obesidad como la hipertensión, la hiperlipidemia y la artritis se vieron también reducidos de manera significativa. Una reducción tan grande en el uso de la medicación para las afecciones relacionadas con la obesidad influye positivamente en el presupuesto de los individuos, de las empresas de seguros y de las instituciones.