La obesidad se está extendiendo muy rápido creando masivos problemas físicos, psicológicos e incluso la muerte. Ya es un dolor de cabeza para un asombroso número de personas. Tan solo los Estados Unidos tienen un índice de 30,6% de obesidad y México le sigue con un 24,2%. Sin embargo, no es sólo un problema de las Américas. La obesidad se está extendiendo por toda Europa. El Reino Unido tiene un índice de 23% de residentes obesos, siguiente en la línea esta Eslovaquia, con un 22,4% y Grecia con 21%. No estamos hablando de sobrepeso. La obesidad puede poner su vida en peligro. Cuando una persona deja de controlar su peso, su vida también parece quedar fuera de su control.
¿Dónde está la línea entre el sobrepeso y la obesidad? En términos del sistema de medición internacional – índice de masa corporal (IMC), una persona se considera con sobrepeso cuando el IMC es superior a 25, mientras que la obesidad se diagnostica cuando el IMC es superior a 30. La obesidad es un problema complejo arraigado profundamente en la cultura, estilo de vida, genética y también causado por otros factores.
Los estudios médicos encontraron la relación entre el peso y las generaciones anteriores. Digamos que, si sus padres y abuelos lucharon con el peso, hay una alta probabilidad de que en el futuro usted también tenga este problema. Sin embargo, no es un veredicto. Por lo tanto, no hay que echarle toda la culpa a los genes.
En raras ocasiones es posible que tenga un trastorno médico que afecte su peso. Por ejemplo:
Debido a restricciones de la actividad.
Aumento de la concentración de hormonas de la glándula suprarrenal. Los primeros síntomas de este trastorno aparecen después del nacimiento y son visibles en los órganos reproductores externos, el rápido crecimiento y pubertad precoz. Más adelante hay una alta incidencia de hipertensión y obesidad debido a los altos niveles de esteroides.
La leptina es una hormona que reduce la sensación de apetito. Por lo general, la concentración de esta sustancia se aumenta después de las comidas e inhibe el centro del apetito en el sistema nervioso central. Los síntomas de la deficiencia de leptina incluyen comer en exceso, obesidad, altas concentraciones de insulina y aumento de la susceptibilidad a las infecciones.
Sin embargo, estos trastornos son bastante raros y se diagnostican a temprana edad, por lo que hay una posibilidad de bloquear la progresión adicional de la obesidad. Si bien es importante saber acerca de los trastornos médicos mencionados, el tratamiento de estos niños no resuelve todo el problema.
La obesidad es causada por el consumo excesivo de calorías, es decir, cuando usted come más de lo necesario. Estas calorías extra, que no se utilizan para producir energía, se acumulan en forma de grasa en su cuerpo, por lo tanto, aumenta de peso. Para ser más específicos, en promedio, 500 calorías extra al día darán lugar a 0,5 kilogramos más por semana.
Usted puede preguntarse por qué el peso parece crecer o, en el mejor de los casos, manteniéndose igual aunque usted sigue una dieta bien balanceada y no descuida la actividad física. Los médicos sugieren mirar más de cerca sus hábitos de sueño y la manera en la que lidia con el estrés. Naturalmente, el cuerpo funciona mejor cuando se tiene suficiente descanso, por lo tanto, cuando le falta dormir, su cuerpo entra en un modo estresante y debido a las reacciones bioquímicas almacena la grasa más rápido. También cuando una persona está cansada, el estrés puede ser un tema difícil de manejar y muchas personas utilizan la comida como un medio para lidiar con él. La próxima vez que se encuentre comiendo en la noche, pregúntese si es la mejor manera de lidiar con el estrés. ¿Usted realmente necesita esas calorías adicionales? La creación de hábitos regulares y dormir por lo menos 8 horas puede ayudar de manera significativa a manejar del peso.
Curiosamente, el medio ambiente también tiene un impacto en la cantidad de comida que consume. Por ejemplo, numerosos estudios científicos han demostrado que usted comerá más si se sirve la comida en un plato grande. Es un truco psicológico. La misma cantidad se verá diferente si la comida se coloca en un plato pequeño y uno grande. Usted puede creer que la porción es pequeña, pero se consumirá más calorías de lo habitual. Lo mismo es aplicable a los envases de alimentos. Se dice que ahorrará dinero comprando grandes paquetes, pero inconscientemente, comerá más.
Los médicos lo llaman amnesia al comer. Se asocia con nuestro hábito de llevar a cabo varias tareas al mismo tiempo. Comer y realizar otras actividades no es recomendable porque con el tiempo se deja de prestar atención a lo que come y la cantidad que come. Como fácilmente se distrae, una cena sencilla puede terminar en exceso. Por otro lado, comer lentamente y disfrutando cada bocado le traerá más satisfacción.
La obesidad también puede ser causada por sustancias llamadas obesógenos, que a menudo se incluyen en varios alimentos. Ellos confunden el sistema que regula el peso y aumentan la cantidad de tejido adiposo, mientras que disminuye las calorías que usted quema. Ejemplos de obesógenos son:
El bisfenol A – una sustancia química que se encuentra en el revestimiento de las latas de alimentos o bebidas que fácilmente podría filtrarse en los alimentos en sí. Tiene un efecto enorme en el desarrollo del síndrome metabólico (el grupo de comorbilidades donde se incluye la obesidad).
Los ftalatos – se encuentra en fragancias y otros productos utilizados en el hogar. Esto afecta principalmente a los niños mediante la reducción de los niveles de testosterona en la sangre y causando obesidad central.
Las dioxinas – compuesto químico obtenido a partir de procesos de combustión. La exposición a este químico puede causar síndrome metabólico severo.
Usted puede tomar el control de una serie de factores que contribuyen al aumento de peso. Considere los siguientes pasos clave, comprobados para ayudar a controlar los problemas de peso.